jueves, 19 de febrero de 2009

PUBLICIDAD “DE A GRATIS”


El otro día mientras esperaba que el semáforo ubicado en la esquina de las calles 27 y Juárez cambiara de rojo a verde, me di cuenta de algo que en su momento me pareció muy simpático. Delante de mi se encontraba una camionetota del año modelo narco que, debido a su inmensidad, lo único que alcanzaba a verse era la defensa y la flamante placa 2009 del estado de Chihuahua. Ahí, desde las alturas, me contemplaba el rostro abatido de Francisco Villa que parecía preguntarme: ¿Y yo que hice para estar aquí? ¿Qué no les bastó con andarme paseando en las placas anteriores? ¿Qué no les alcanza la imaginación para poner la cara de otro chihuahuense ilustre? ¿O qué no hay? Porque da la casualidad que yo soy de Durango; que aquí en Chihuahua hice y deshice, hasta me casé y quiso la fatalidad que me mataran en Parral, bueno, eso es otro asunto. Pero, cómo dijo Fox: ¿Y yo porqué? ¡Que falta de originalidad, caramba!



Y como para confirmar los fantasmales reclamos del extinto revolucionario, que se me ocurre desviar la mirada hacia la izquierda y ¿qué es lo primero que veo? La misma imagen pero en grande y glorioso technicolor. Los mismos ojos deprimidos, el mismo mostacho caído y el mismo sombrero a la Héctor Suárez en sus buenos tiempos del programa “La Cosa”. Y bajo tan severo rostro se leía “Botas El Dorado” Centro Comercial El Pasito Local Número X, Pasillo XX. Lo cual quiere decir que todos aquellos automovilistas que luzcan las placas de este año andan promocionando gratuita e involuntariamente a dicho negocio, lo cual es una estrategia publicitaria muy efectiva que no creo que su propietario la haya planeado. Peligro y ni cuenta se ha dado.



Lo anterior es uno de los mejores ejemplos de lo que yo solía comentar en clase con mis alumnos de diseño: la falta de originalidad en la publicidad local. Ahora cualquiera que le sepa mover a la computadora y maneje paquetes gráficos como el Corel y PhotoShop, te arma un anuncio en un abrir y cerrar de ojos. Claro, con imágenes de Internet y con las tipografías, brochas y plantillas que contienen los programas a su disposición. Y cuando se quieren ver exageradamente creativos, le aplican dos que tres filtros y ¡vualá! De ahí que las mismas modelos aparezcan en la fachada de una estética o de una boutique y que Winnie Pooh adorne la pared de una guardería, un kinder y un localito de juguetes. Además, como quien genera estas genialidades cobra baratísimo cuando llega un verdadero diseñador a ofrecer sus servicios se ríen de sus honorarios.



Desgraciadamente muchos creen que sabiéndole a la computadora ya la hicieron. Pero la técnica no da el ingenio. Un diseñador debe ser un generador de conceptos y, desgraciadamente, en Chihuahua son poquísimos los que se avientan a crear algo nuevo. Porque de que hay talento, lo hay. En muchos de los facebooks y my spaces en el Internet se ven diseños que ya los quisiera la Coca Cola, sin embargo los chavos sólo le echan ganas cuando hacen lo que les gusta o les interesa. Entonces a la hora de hacer el logotipo de un banco, por decir, la cosa se complica. Además, tristemente es sabido que el diseño es mal pagado y pues, a como pinta el año… ¡GLUP!



Entonces, ¿qué hacer? Pues por lo pronto y en lo que a mi me corresponde inauguro este espacio para ofrecer mis comentarios y lo poco que sé acerca del apasionante y sufrido ambiente de la comunicación, el diseño y la mercadotecnia en Chihuahua. Porque lo único que he visto son muchísimos comentarios de empresotas como Cementos o Interceramic en revistas como Expansión o Entrepreneur, pero como los demás somos mayoría, ¡pues a darle, que el talento fluye, sólo hay que dejarlo brillar!